¿Qué es una pérgola y para que sirve?
La pérgola se define como una estructura conformada por columnas y vigas, ya sea independiente o adosada a la arquitectura; la separación de las vigas es tal que permite el paso de luz natural al tiempo que da sombra lo suficiente, y pueden, o no, estar cubiertas por otro material traslúcido.
Durante mucho tiempo en la arquitectura contemporánea, los exteriores fueron vistos como un área llana con pasto y algún árbol, con un diseño casi inexistente y destinado a los juegos de los niños. La arquitectura, tan fluida como es, ha evolucionado y encontrado que los espacios al aire libre son tan habitables como los interiores, y que merecen un diseño a la altura. La pérgola representa el refugio con estilo para quienes desean vivir y disfrutar de sus espacios exteriores, ya sea con un lounge y un fire pit, un comedor, o a lado de una alberca, protegidos del sol, pero con suficiente contacto con lo natural.
Tipos de pérgola y cubiertas
Por el material de construcción de la pérgola, así como por su cubierta, los pergolados se dividen en siete clases, cada uno de ellos con sus características físicas que dotan de diferentes sensaciones espaciales.
La pérgola de acero es las más versátil, ya que por la ligereza del material es posible cubrir mayor área a un precio asequible, además el acero permite crear diseños que se adapten al estilo de la terraza o el jardín sin limitaciones, desde el convencional pergolado rectangular, hasta uno circular.
El acero es un material tan adaptable como el diseño lo exija, así que la imaginación no tendrá límites con esta pérgola.
Cuando se habla de la pérgola de madera, se habla de un clásico de las atmósferas cottage y cozy. Este tipo de pergolado es el más buscado en los diseños de arquitecturas de exterior, pero también el que mayor mantenimiento requiere, debido a la porosidad del material y su tendencia a acumular humedad.
Con la iluminación adecuada y un mobiliario en tonos claros, este pergolado será un refugio rústico lleno de magia y romanticismo.
La pérgola maciza es aquella hecha en concreto o tabique. Si bien, da una sensación de firmeza y estabilidad, también es la más cara de las clases y la que mayor rigidez aporta a la hora de querer remodelar. Este tipo de pergolado se recomienda únicamente para espacios independientes de la vivienda, pues su uso junto a la arquitectura puede saturar la percepción.
Por sus cualidades, es perfecta para dar distintos acabados, desde pintura de diferentes colores, hasta dejar el ladrillo aparente o terminar con algún tipo de piedra.
La cubierta bioclimática funciona junto a la pérgola de acero, pues el material facilita el movimiento de la lona. Se le dice bioclimática porque dependiendo de la intensidad del sol, su orientación y la sensación térmica del espacio, dispone sus lamas para brindar la iluminación y ventilación adecuadas, pero en el caso de lluvia, se cierra para evitar filtraciones.
Las cubiertas de textil o lona son perfectas para filtrar los rayos UV al interior de la pérgola. Si bien no son ajustables como las bioclimáticas, estas cubiertas son colocadas en canales que posibilitan que las lonas sean retráctiles. Es la opción más buscada, pues funciona con todas las clases de pérgolas, y además posee diferentes colores y estilos.
La pérgola con cubierta de palma ayuda a crear atmósferas llenas de estilo. Debido a los colores cálidos, y la ligereza del material, la palma cubre lo suficiente al mismo tiempo que permite una ventilación controlada. El mantenimiento de esta cubierta es económico, y además puede sustituirse con bambú, cuerdas o cañizo. Puede ser utilizada en cualquier tipo de pérgola, pero combina a la perfección con la madera, en un estilo contemporáneo o rústico.
Con la orientación perfecta, una pérgola no necesita de materiales que protejan del sol, pero sí de las lluvias. La cubierta de cristal sobre vigas es perfecta para mantener una buena iluminación en balcones o terrazas pequeñas, pues así aumenta la percepción espacial, y generalmente es usada con una pérgola de acero para dar una sensación de delicadeza.